martes

« A la Cama los Viernes »


« Una de las mas infames aventuras de Urban, puede ser recordada como uno de los primeros inciios en el mundo del pseudo sexo.
El muy pequeño infante Urban, un fin de semana con padres ajenos burgueses fuera de la ciudad, su querido amigo, al que llamaremos Natalio.
Martini, Cosmopolitan y Baileys ronadaban la casa. Babasonicos, con Pasto, los deleitaba. Un par de amigos y la gente de siempre, no superaban las 15. Charlas de colgados, gente que cai con las manos vacías,y se iba con rivotriles en el bolsillo. Todo muy progre-niño-mimado-divertido-incursion-en-el-mundo-de-las-drogas. Una de sus amigas, a la que llamaremos Kitty se la habia pasado bailando lo que sonaba. Le inventaba pasos a Soda Stereo, o Los Brujos, y cuando se habia aburrido se dirgio al sillón donde beneplácitamente, Urban ordenaba bolsitas de anfetaminas.
Kitty: Como andas amor?
Urban: Todo anfe, y vos?
Kitty: Con un pedo tísico y agudo (dice acercandose, apoyando su cabeza en el regazo de Urban) Y con sed de mimos
Urban: (Sonrie) Y... uno ya sabe que se hace en esos casos
Ambos ríen por la alegoría a la masturbación, y ella sigue acurrucada y con olor a alcohol en su regazo.
La gente gritaba, se ríe, se caía, tomaba y discutía de religió o de padres censuradores. Cuando la fiesta iba volviendose mas íntima y vacío se formaron parejas, se retiraban o se repartían por la casa de Natalio.
Kitty siempre que podía volvía hacia Urban, se tragaba dos o tres pildoritas que deambulaban por la mesa del living, y Urban, solo discutía o se reía de estupideces con gente que le hablaba de sandeces.
Cuando Urban quedó solo, y no habia mucho mas que hacer Kitty, aburrida y con ganas de diversión llegó hasta él, y lo invitó, con descaro desmedida a "No sé... alguna parte".
Urban, de la mano, la siguió con inocencia, expectante. Dialogos vacuos van, dialogos vacuos vienen, y el verso de Kitty, de abrazos y estoy borracha, lo llevaron a Urban besarla con una pasión amistosa, ni por primera ni por ultima vez.
Asi comenzaron unas manos fugaces a barazare y luego entenderse. Recorrerse sincronizadamente, simbioticamente, sin llegar a ningún estado muy mayor.
Entre las camperas de los invitados lamían y besaban con seriedad adulta.
Urban estaba apunto de reventar. Sus dedos y su pecho le ardía de anfetaminas. Estaba frenetico, hundido en un sopor de alteración, qu con ellibido era un cocktail Molotov. Y Kitty... echada frente a él. Un cocktail Hiroshima.
Un pecho se escapa de la blusa. Titubeantemente es besado. Luego el otro. Gemidos y susurros. Urban sobre la niña. Lamía su pechera, masajeaba su espalda.
La lengua lentamente formaba circulos delicados y lentos en los pequeños y duros pezones. Las yemas de los dedos y una borracha contenta.
Se escucha un ruido. Era un botón que se desaborchada. Era de ella.
El jean comenzó a bajarse. Ni lerdo ni perezoso Urban finalizó el trabajo, mientras ella con su manicura francesa, merodeaba osadamente un bulto adolescente.
No hay lujo mayo que probar la adultez en la adoelscencia. Es explorar algo... con ansias exuberantes. Lúbricas, en este momento... Mojadas.
Urban sabia lo que tenía que hacer. Dudó un segundo. Y besando sus muslos, a la Homero y Morticia, se acercó a aquel culot Caro Cuore. De fondo se oía que alguien puso Groncho de Babasonicos. "Demasiado lejos... para volver"
El comenzo a soplar suavemente, y ella se estremecía, y con dedos lentos, comenzó a buscar lo que quería. Una vez fuera... estaba ella... Expuesta. Ffemenina. Hembra, ante él.
Delicadamente depilada, con sus piernas de adolescente casi anoréxica, estaba echada como una escarlata entre las sabanas.
Uurban, soplando y resoplando comenzó a inquietarse por lo que veía. Algo iba hacer. Turbado y extasiado comenzó a encarnizarse en su carne.
Una lengua, un grito. Una lengua anguila danzaba stimulada entre la carne viva. Ella solo gimoteaba entre el alcoho. Que fáicl es exponerse con soltura. Sin riesgos ni ETS.
Y la lengua. La lengua que segui vibrando. Sintiendo aquellas suaves comisuras. La carne tremula y mórbida se calentaba. Se hinchada como una rosa que florece. Los oscuros desirios de la boca se fundían con su matriz.
Y asi una... Y otra y otra y otra vez, los gritos y los gemidos. La fascinación por el blando y plácido melocotón femenino en el cual Urban se daba un banquete. Y saciado, degustado y glorificado por cada grito... Un estallido y un apretó de muslos dejaron a Kitty renovada y con sueño.
Desde el baño, Urban escuchaba a Kitty balbucear estupideces. Rregodeandose en su desnudez... Tranquila, hundida en la cama. Como cuando ya estas tan ebrio de placer, cansado y cómodo... que solo keres regocijarte en tu situación hasta dormir con una sonrisa.
Urban conocía, o saboreaba lentamente, lo que era el líbido. Ese que te da instrucciones sin ke lo sepas. El instinto sexual. Como estaba muy hasta la aorta de anfetaminas, y excitado... Solo le quedó pajearse en el baño, y volver a la fiesta »


Reflexión de Urban:
« Uhh, ke besheza total la de las mujeres. son tan entretenidas. tienen tantas cositaz para tocar!!»




Historia publicada el 20 de Agosto de 2004

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